Dibujo del Kremlin desde el otro lado del Volga.

Un viaje
en un cuaderno

En el verano del 2003, -que hacía un calor que se caían las moscas-, mis padres me enrolaron e un viaje a Rusia. Jose tenía otros planes. Como bromeaba mi madre, al menos uno tenía que quedarse para heredar si nos pasaba algo al resto.

Uno estaba acostumbrado a ver esas imágenes de una Rusia tan fría y nevada que parecía congelar una vida en blanco y negro, y resulta que tiene todos los colores luciendo bajo un cielo alto y despejado.

El cuaderno lo empecé en el viaje, dibujando y apuntando en una libreta, y pasándolo a limpio por las noches. Pero se me iba acumulando el trabajo y lo tuve que rematar en casa.
Dio para 32 páginas sobre ciudades y monumentos, San Petersburgo, San Isaac, Peterhof, Moscú, San Basilio, La Plaza Roja, San Sergio, El Kremlin, Zar Pushka, El Aurora, Vladimir, La Galería Tretyakov, Suzdal..., y anotaciones sobre lo que vimos y nos contaron de la vida en Rusia.

Me gustó mucho: